Hoy se filtró medio terabyte de datos internos de Hacking Team, la companía italiana especializada en venderle equipos de espionaje a gobiernos despóticos. En uno de los documentos filtrados, aparece la lista de clientes actualizada de la empresa italiana. Allí, a plena vista, se lista:
SENAIN Ecuador Seg. National de intelligencia 10/30/2016 Active
Con esto se confirma la que la tuitera @merlinadelgolfo llamó un “secreto a voces”: que la SENAIN está usando alta tecnología para recolectar inteligencia para el gobierno Ecuatoriano.
En los documentos de Hacking Team, Ecuador aparece como cliente asignado al agente de HT Velasco, y parece haber pagado medio millón de dólares por sus servicios.
En el panorama de empresas que venden tecnologías de espionaje, Hacking Team se distingue. No por ser el más grande ó el más influyente, sino por la total falta de ética con la que conduce sus negocios. Reporteros Sin Fronteras lo llama un “enemigo del internet” y desde hace vario años el grupo de investigación de Citizen Lab en Canadá se enfoca en sus actividades clandestinas.
Parte 1: El incipiente graffiti digital ecuatoriano
Desde 2010, en Ecuador ha proliferado uso de cuentas anónimas en redes sociales.
Las cuentas anónimas con más fama, desde el inicio, fueron las que protagonizaban ataques a los “enemigos” del actual gobierno. Algunas de estas cuentas de ataque entablaban diálogos directos con el presidente de la República —tal fue el caso de la cuenta @elpatriotaec— o con altos funcionarios del gobierno, como el secretario de comunicación Fernando Alvarado, quien hacía continuas referencias al blog anónimo de la tristemente célebre Lola Cienfuegos. El Telégrafo, un periódico financiado por el gobierno, incluso entrevistaba a estos personajes. En ese entonces, cuando el anonimato defendía al gobierno, todo estaba bien.
¿Cuándo comenzó Crudo Ecuador? ¿Cómo describirías su contenido y su intención?
Comenzó por Agosto de 2012, en una época de vacas flacas y pocos proyectos. Decidí ponerme a hacer algo para matar el tiempo y aprovechar para publicar cosas que tenía en mente.
Desde el inicio la idea fue la crítica y la libertad de expresión. No es una página de oposición, es una página que más bien publica de temas políticos de una manera apolítica. Eso muchos no lo entienden, y confunden la crítica con la oposición, pero si el meme es para el candidato del otro bando, ahí sólo ríen y luego ven para el otro lado. Hay memes para todos los personajes, para todos los políticos. Si el presidente tiene más cantidad, es justamente porque es el que más aparece en los medios y más da de qué hablar. Nada más.
La intención desde el inicio fue ir involucrando a todos en la realidad y la coyuntura nacional, pero ¿cómo haces que alguien que prefiere ver dibujos animados antes que un noticiero se interese en una página de coyuntura nacional? Pues publicando contenido viral, que le gusta a las masas y hacer también que la noticia más aburrida y preocupante del día llegue de una manera súper digerible y graciosa.
La primera vez que me comuniqué con Fernando Villavicencio fue el verano de 2014. Hablamos por videoconferencia: yo desde una oficina en Canadá y él desde una computadora pública en la aldea amazónica de Sarayaku. Se sentía especial poder conversar así. Todavía no era información pública que Villavicencio había salido de Washington D.C., donde fue a solicitar ayuda para combatir la persecución política que sufre en Ecuador.
Después de que consiguió que la CIDH emitiera medidas cautelares en su favor, él había regresado en secreto a Ecuador a buscar asilo en Sarayaku, una aldea Kichwa en la selva.
Entre desconexiones e interrupciones, me contó su travesía, su ingreso, sin problemas, por la frontera colombiana y sus experiencias moviéndose por el país en la clandestinidad. Desde Sarayaku me dijo: “Estamos viviendo una vida libre en la selva, entre los chonta duros, los monos y los pujilíes. Vamos de casa en casa. Yo me siento profundamente respaldado y seguro. Aquí estamos libres.”
Fernando Villavicencio (en medio) con sus dos amigos , en Sarayaku
Esa libertad no le duró mucho tiempo. Pocos días después de que conversamos, los y las líderes de Sarayaku hicieron público su asilo. De repente la atención internacional y la del Estado se enfocó en la aldea. La policía comenzaba a hacer ruido que iba a ingresar a la comunidad. La situación se volvió insegura para los fugitivos tanto como para los residentes. Por decisión propia salieron de Sarayaku y se adentraron en la selva. Uno de los tres, un médico llamado Carlos Figueroa, se entregó a las autoridades y está actualmente privado de libertad cumpliendo una sentencia carcelaria de seis meses. Villavicencio dice que no le apetece cumplir una sentencia de cárcel. “Yo no soy un delincuente. No estoy acusado de delito, sino de haber pedido que se investigue un caso de corrupcion. Estoy acusado de escribir.”
Hoy su paradero se desconoce. Se cree que sigue en Ecuador.
Esta semana pude comunicarme nuevamente con él. Me interesó saber cómo sigue con sus labores de investigación a pesar de toda la persecución que sigue sufriendo. También le pregunté cómo se protege de las fuerzas de seguridad locales que lo buscan para encarcelarlo.
Lo que afirmo en mi título no es información nueva. Assange, desde que está asilado en la embajada ecuatoriana en Londres ha conversado muchas veces con audiencias latinoamericanas por videoconferencia. Ha dado entrevistas exclusivas a servicios de información latinoamericanos con más frecuencia que, por ejemplo, a medios del continente africano o sur-asiático. En todas estas entrevistas exclusivas ha demostrado un interés particular en la región y, desde las revelaciones de Snowden, se le han notado las ganas de aprovecharse de los movimientos políticos de izquierda que están movilizándose en nuestros países.
En sus declaraciones Assange se dirige a las tendencias políticas que anhelan soberanía regional, y busca añadirle a estas discusiones conciencia acerca de la soberanía tecnológica que se necesita, además de la política. Un ejemplo reciente es esta entrevista con la Agencia Latinoamericana de la Información, un ente informativo procedente de la izquierda política y con sede en Ecuador. Además, Assange no es la única voz asociada a Wikileaks que ha tratado este tema: Jacob Appelbaum, un periodista y experto en seguridad que ocasionalmente colabora con Wikileaks, habló de cosas muy similares el año pasado en la Minga por la Libertad Tecnológica, también en Quito (video en inglés). **
Las cuentas anónimas con más fama, desde el inicio, fueron las que protagonizaban 
